domingo, 23 de noviembre de 2014

Entrevista con Pablo López Tatarchenko


intento que los practicantes sean mejores personas al practicar jiu-jitsu

En esta entrevista Pablo López Tatarchenko nos cuenta sobre su experiencia con el arte marcial conocido con el nombre de Jiu-jitsu, sobre su introducción en Uruguay y su difusión a nivel sudamericano. También nos relata sobre el desarrollo de su escuela.


Pablo López Tatarchenko es director de la Escuela Daytu Ryu Jiu- Jitsu, maestro de Reiki, experto en quiropraxia japonesa, en gemoterapia y otras medicinas alternativas, es miembro del Consejo de Maestros de la Organización Tradicional de Artes Marciales (OTAM).
− Como el tema que nos convoca es un arte marcial primeramente te pediría que definas ¿qué se entiende por arte marcial? Y particularmente ¿Cómo definirías al Jiu – Jitsu?
−El Jiu-Jitsu es un arte marcial, creado por los monjes tibetanos, hace 2500 años. Fue en Japón donde tomó su nombre y se hizo popular, ya que lo practicaban los Samurai. El Jiu-Jitsu Daito Ryu fue creado por Minamoto Yoshimitsu y diseminado dentro y fuera del Japón por, Sokaku Takeda. Es un arte marcial integro, donde sus practicantes pueden trabajar su cuerpo, mente y espíritu.
̶ En tu libro JIU – JITSU Daito Ryu y Algo Más, como en el sitio Web  http://www.jiujitsudaito.com/ cuentas sobre la historia de este arte marcial, que aparece íntimamente unido a otras artes. También mencionas la influencia de uno en otro. ¿Qué cosas se traspasan de un arte a otro?
−Hay influencias como técnicas de respiración, técnicas aprovechando la fuerza del oponente y técnicas de presión en puntos sensibles.
Esto se absorbe de un maestro a otro que a pesar de practicar un estilo, se da cuenta de la efectividad o beneficio de las técnicas de otro estilo, al cual enfrentó o simplemente vio.
̶ Pablo, podrías comentar sobre ¿cómo llega el JIU-JITSU al Uruguay?
−El jiu-jitsu llega al Uruguay por intermedio de George London, francés, quien entrenó en Francia en un club franco-japonés, su principal maestro fue Mikonosuke Kawaishi. Él se lo enseño a mi maestro Sergio Anadón y Anadón a mí.
3 millones de practicantes de Jiu -Jitsu en la región
̶  ¿Tiene el JIU –JITSU muchos seguidores? ¿Qué tan difundido está en Uruguay y la región?
−En Uruguay estamos descentralizando, digamos que en Montevideo hay unos 2.000 practicantes, más en el interior, un poco  menos de 1.000.
En la región el lugar donde hay más practicantes es en Brasil. En este momento hay unos 3 millones  de practicantes.
̶  Para alguien que esté buscando practicar un arte marcial y no sabe nada sobre los distintos estilos ¿por qué le recomendarías el Jiu- Jitsu? ¿Qué le aporta a una persona la práctica del Jiu – Jitsu?
−Le aporta el hecho de entrenar, trabajar y fortalecer todos los aspectos del ser, cuerpo mente y espíritu.
Y además, propiamente en lo técnico, también es integral, trabajando todas las distancias de combate, tanto de pie como en el piso.
En lo mental se aprende la nomenclatura en japonés y la misma cultura japonesa. En lo emocional laburamos valores, como humildad, autoestima, respeto, honor, etc.
Y con respecto a lo espiritual realizamos técnicas de respiración en movimiento así como meditación zen.
̶  ¿Qué requiere una persona para entrenar?
−Simplemente ganas y aptitud física-medica.
Esta práctica y enseñanza tiene sus etapas y a cada etapa corresponde una determinada categoría ¿Cómo es el paso de una a otra?
−Hay graduaciones que se denota con los colores de los cinturones en los principiantes y con los Danes o grados, en los avanzados.
Se toman exámenes para el pasaje de un grado a otro, en los cuales el practicante muestra lo aprendido y aplica en defensa personal y combates.
̶  Más allá del paso de una categoría a otra ¿qué es lo relevante en la práctica de esta disciplina?
−Lo más relevante es que la persona evoluciona como ser humano, intento que los practicantes sean mejores personas al practicar jiujitsu.
̶  En el sitio Web haces mención sobre el o los significados de la expresión Dojo Kun. Quizás relacionada con la pregunta anterior ¿Qué puede aprender una persona -sea un niño, un adolescente o un adulto- en el Dojo?¿Practicar Jiu –Jitsu parece ser algo más que reunirse semanalmente con el o los maestros y practicar, qué implica tomar contacto con este arte marcial?
−Implica ser buena gente y desde ahí relacionarte, en un principio para mejorar tu físico, luego tu mente, luego tus emociones y luego tu espíritu. Cuando se logra mejorar en todo esto se empieza a colaborar con el entorno inmediato y luego con la sociedad toda.
Luego de la leucemia volví a brindar mi jiujitsu de manera integral
̶  En tu libro mencionas cómo desde que te diagnosticaron una enfermedad te llevó a encarar desde otra perspectiva la práctica de este arte marcial ¿Puedes comentarnos sobre el asunto?
−En el año 2003 tuve Leucemia, en lo que respecta al jiujitsu estaba dando la parte física y un poco de la mental, mas sin trabajar los valores ni la parte espiritual. Digamos que me estaba enfocando sólo en la competencia y no en los otros aspectos que mencioné. Luego de la leucemia volví a brindar mi jiujitsu de manera integral.
̶  ¿Tu experiencia en ese combate con la enfermedad es posible transmitir a lo largo de la práctica del Jiu –Jitsu?
Si claro, si hay algo que me quedó claro en mi leucemia es que todo lo que nos pasa tiene una causa emocional, sobre actitudes erróneas en nuestra vida. Eso lo trasmito permanentemente en las clases.
̶  Entiendo que además de la enseñanza del Jiu – Jitsu impartes conferencias o realizas talleres sobre meditación y ejercicios de respiración, que pueden denominarse seminarios también, ¿o son cosa distintas?
−Viene muy de la mano, ya que por ejemplo la meditación zen y la quiropraxia japonesa que enseño, los aprendí de mi mismo maestro de jiujitsu. Y el reiki que también facilito es japonés al igual que todo lo que enseño.
̶  ¿Puedes contarnos sobre tus experiencias desde tus primeros pasos como alumno primerizo, pasando luego a ser maestro?
− Fue muy apasionante para mí la práctica y aprendizaje del jiujitsu, digamos que no faltaba casi nunca y además me salían muy bien de primera vez las técnicas que me enseñaban. Puedo afirmar que combiné talento y perseverancia. Más para llegar a ser cinturón negro y maestro de jiujitsu solo se necesita perseverancia.
̶  ¿Cuándo te convertiste en árbitro de Jiu – Jitsu?
−A los 18 años ya fui árbitro nacional y a los 21 árbitro continental, luego me quedé en ese nivel porque competí a nivel mundial varias veces y no podía competir y arbitrar en un mundial. Ya a los 34 años me convertí en árbitro mundial y a los 37 en director mundial de árbitros.
̶  ¿Cuáles son tus proyectos a mediano y largo plazo tanto a nivel personal como a nivel de la escuela que llevas adelante?

−En lo personal es tener mi dojo en mi casa, allí en Playa Hermosa, donde vivo. Y en lo que respecta a la escuela, que cada vez se den clases de mi estilo en distintos lugares de nuestro país y de hecho en otros países.
− Para terminar deseo agradecerte. Además, plantearte sobre que resulta interesante algo que mencionas en tu libro sobre que el Jiu –Jitsu, y cito: “Este aprendizaje, al igual que el de expertos profesores que me puedan influenciar, no termina nunca y seguramente mi Jiu – Jitsu de dentro de unos años, sea diferente al actual.” ¿Esto implica una permanente evolución o cambio?
−Sí, por supuesto, siempre estoy aprendiendo cosas, modificándome y desde luego modificando lo que enseño.
Muchísimas gracias a ti Walter por la entrevista y la oportunidad de trasmitir a más personas mi experiencia en jiujitsu.







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