sábado, 25 de abril de 2020

Entrevista con Omar Dive Quefau (2014)

Esta entrevista se dio en el año 2014 y como estaba en otro medio que ya no está en Internet, la vuelvo a compartir ahora. 
19-04-2014
Entrevista con Carlos Omar Dive Quefau
La Villa del Cerro el patio trasero de la ciudad de montevideo
En esta nota el escritor Carlos Omar Dive Quefau nos cuenta sobre su barrio, La Villa del Cerro, sobre su niñez, sobre gente reconocida que nació o vivió en este barrio de Montevideo.

Imagen tomada ´por Walter H, Rotela
-Estamos con un habitante del Cerro de Montevideo cuyo nombre completo es… Carlos Omar Dive Quefau.
-Villa del Cerro. Se llamaba Cosmópolis. En un tiempo se llamaba Cosmópolis por el hecho de que la gente venía de todas partes del mundo a vivir acá. Bajaban en el puerto y tomaban en su {época el tranvía o el ómnibus y cruzaban el Arroyo Pantanoso y entraban acá en el cerro. Grandes colectividades: armenias, árabes, lituanos, polacos, judíos.

-Las distancias no eran las mismas… es decir hoy se toma una líneas de ómnibus y se llega capaz que en 20 minutos. En esa época que estamos hablando que más o menos ería…
-Estamos hablando de la década del ‘30 para adelante, pero empezó todo eso mucho antes. Mis padres vinieron mucho antes. Por ejemplo mi padre vino en 1912, y cuatro años antes había venido mi abuelo con mi tío. Y cuando el barco atracó acá en el puerto, hablaron entre ellos y dijeron, le preguntamos al capitán, le preguntamos a la gente del barco: “¿Esto es Argentina? Y le contestaron: No Uruguay” Y el padre le dijo al hijo: buen lugar para pescar, y se bajaron. Y se bajaron acá y dieron la vuelta la aduana y se vinieron para el Cerro y ahí se quedaron.

-Generalmente, a la Villa del Cerro, o el Cerro, como se lo conoce hoy por hoy, tenemos más conocimiento cuando existe algún hecho delictivo. Hoy por hoy, el Cerro aparece en ese tipo de informaciones y no en otro tipo de actividades que sí se desarrollan…
-Actividades artísticas, actividades futbolísticas, de todo un poco. Lo que pasa es que es cierto, nosotros creo firmemente que estamos considerados hace muchos años el patio trasero de la ciudad. Y somos la gente mala de la ciudad, es decir, no la gente mala, no es lo quise decir, sino que notan lo malo y no lo bueno. Cuando de acá ha salido gente como Gurvich (José Gurvich cuyo nombre legal lituano era Zusmanas Gurvicius vivió a partir de 1957 en la calle Polonia 3166, casa de Gonzalo Fonseca)

-Natalia Oreiro, la actriz…
-Natalia Oreiro, hablando de ahora, pero cuántos jugadores campeones del mundo vivieron acá en el Cerro. Jugadores de fútbol, el “Peta” Urbiña (Luis “Peta” Urbiña, “jas” derecho, jugó en el mundial de 1966 y fue cuarto en el mundo con la selección de 1970), mucha, mucha gente que hicieron historia con Rampla (Rampla Juniors Fútbol Club). Rampla se fundó en la Aduana, pasó por (El barrio de ) La Aguada y después vino al Cerro. Recién seis o siete años después se fundó el Club Atlético Cerro. Pero en ese tiempo el club Rampla era un club grande… Formada por gente del Cerro, de los frigoríficos. Trabajaban 8 horas en los frigoríficos y después iban a practicar a Rampla.

-¿Qué otros clubes hay en el barrio?
-Hay muchos clubes… pero yo ahora estoy un poco alejado de ese tipo de cosas, pero hubieron muchos clubes de barrio…

-La Villa del Cerro, o El Cerro no tiene un límite capaz que preciso, pero y además está unido a otros barrios que se conocían como el Victoria ¿no?
-El Barrio Victoria ya es otra cosa, el barrio Victoria ya pertenece más a… está entre La Teja y Belvedere. A nosotros nos divide el (Arroyo) Pantanoso. La Teja muere en el Pantanoso. Para mí El Cerro, yo tengo idea, no soy… Lo tengo idea que la Villa del Cerro es Carlos María Ramírez hasta Cuba, de Cuba hacia el mar, hacia la Playa, y toda la parte de abajo. Después se fue anexando lo que es Casabó, Santa Catalina, Punta Yegua, La Palma, Cibils y La Boyada, inclusive está El Paso de la Arena, que está muy pegado. Entonces cuando pasan (en los medios) algún hecho dicen “En la Villa del Cerro” y no es en el Cerro. Son barrios periféricos del Cerro.

-Realmente los barrio son tienen límites precisos sino los Centros Comunales. A veces dentro de un Centro Comunal hay varios barrios.
-Ahora está modificado, el Centro Comunitario que era del Cerro ahora está en El Prado.

-Entonces… por lo que contaba, en sus principios, y estamos hablando del siglo pasado, de 1900 en adelante, con las inmigraciones que vinieron se fue asentando la gente en este barrio, y la actividad principal eran los frigoríficos y algunas otras industrias.
-Sí, las fábricas textiles… pero toda la industria ha muerto en todo el Uruguay, verdad. Las industrias grandes han muerto en todo el Uruguay.
Los frigoríficos eran… venir a las 4 de la mañana al Cerro eran ómnibus y ómnibus todos lleno de gente que venía a trabajar. Trabajaban cientos, miles en cada frigorífico. Una mano de obra enorme, tremenda. Y cualquier obrero de frigorífico ganaba más que cualquier empleado público. Sueldos superiores. Porque tenían una lucha sindical muy fuerte. Llegó en un momento a llamarse “El paralelo 38” (en alusión al límite entre las dos Corea) porque no entraba nadie. Nadie cruzaba el puente, en las luchas frigoríficas. Pero era una lucha leal, no era “voy y te apedreo la casa”. Acá se paraba y se paraba todo el mundo. Y había más tiendas que en 18 de julio (Av. Principal de la ciudad de Montevideo), había comercios porque todo caminaba, había buen dinero.

-Una época en la cual los frigoríficos, el Uruguay le vendía al exterior gran cantidad.
-Los frigoríficos del Uruguay abastecieron a toda la flota inglesa. El movimiento del Graf Spee (Crucero Admiral Graf Spee) que lo mandaron para el Atlántico Sur… Lo mandaron a cortar ese tráfico. Del cargamento que salía del sur, principalmente de acá de Uruguay. Por algo lo agarraron acá en Maldonado, lo arrinconaron y lo trajeron acá a la bahía. Cosa que sé, porque yo he navegado arriba del Graf Spee. Saliendo a pescar con mi familia, nos ganábamos el pan pescando en chalanas. Éramos pescadores, no como ahora que se llaman pescadores artesanales. Éramos pescadores y nada más. Había mucho más oficio que ahora… Tuve la suerte de haber navegado y de haberle visto varias veces los mástiles.

-Tuviste la oportunidad de conocer un barco (ver los mástiles, la ubicación donde está hundido el barco) que de algún modo marcó una parte de la historia de la guerra naval en sur del Atlántico, en Uruguay…
-En la Segunda Guerra Mundial volvió, vino a Río de la Plata. Se le conoce como “la Batalla del Río de la Plata”, pero se tejió muchas cosas… A él lo agarraron, lo identificaron en las costas de Maldonado. Estuvieron luchando. E inclusive se arrimaba a la costa y por convenios internacionales no podían hacerle, sin embargo los ingleses le tiraban cañonazos, comprobado por la Armada de Uruguay. Y el Capitán Langsdorff había sido marino mercante y había entrado varias veces a Montevideo, por eso entró solo de noche al puerto. La gente se levantó de mañana y se encontró con la embarcación…

-Sin tener la guía que habitualmente tienen cuando entran al puerto.
-Lo que se llaman los prácticos, y que es que se le pide a los capitanes de acá del puerto, que suben a los barcos y los orientan…

-Volviendo al tema del Cerro… hablaba que su familia vino allá por el…
-Yo recuerdo que mi padre contaba que su padre y el hermano mayor de él vinieron en 1908. Y mi padre en 1912 con 12 años, con la madre y la hermana.

-¿De dónde?
-De Palestina. Y mi padre contaba que vino en la parte que venían las mujeres porque era niño. O si no tenían que venir separados (dentro del barco)

-Cuando ellos vienen, bajan del barco y se toman…
-No sé cómo llegaron… pero vinieron al Cerro y allí se afincaron en la zona del muelle público., donde suelen haber embarcaciones, aunque ahora hay muy pocas. Mi abuelo trajo un arte de pescar que no se conocía acá: la tarraya. Se usa mucho en Brasil, Perú, en Colombia, pero es una tarraya distinta. Y el único de los que queda que las puede tejer soy yo.

-Es decir, se fueron perdiendo también oficios…
-Totalmente.

-Es decir, hoy hay actividad de pesca, como decías antes, actividad artesanal, pero en el Cerro no. Hay en barrios cercanos.
-Sí, pero en el muelle público sí entran. En el Pantanoso. El arroyo que divide a La Teja de nosotros. Ahí hay y era donde teníamos nuestra embarcación nosotros. De ahí salíamos, pasábamos por el muelle público, le avisábamos al marinero y salíamos.

-Porque hoy se siguen viendo embarcaciones de pesca en la zona.
-Lo que pasa es que lo que yo hablo ahora de los cambios de oficio del pescador era… En aquella época, era muy difícil tener motor. Porque aunque tuvieras el motor, lo primero que te decía, el que tenía el cargo -el patrón, que en nuestro caso era mi hermano el mayor, o mi padre- era: “armá la vela”. Era una vela latina grande. Esa vela te salva la vida. Ahora no se usa la vela. Ahora usan motor fuera de borda. Nosotros usábamos mores adentro de la embarcación. Eran mucho más seguros, eran más cuidados. La higiene… No estoy hablando contra los pescadores de ahora. Estoy diciendo lo que éramos. Los tablones, el piso de la embarcación… Si venía el dueño de la embarcación y veía que vos dejabas arena o escamas te obligaban a limpiar todo de vuelta. Y ya era una costumbre. Y comer, comíamos con la cabeza para afuera. Lo único que había eran las redes en los varales, y se hacían dos arcos y ahí se ponían las redes, uno paralelos al otro, y se ponían a secar. Eran redes d algodón, que se teñían con algodón con anilina.

-¿Y por qué se teñían con anilina?
-Porque eran de algodón y si no se podrían.
Aparte, por ejemplo, terminábamos de pescar y fuera del puerto, segunda o tercera boya, estoy hablando fuera de Montevideo, girábamos para tierra y tirábamos la red por la popa y girábamos haciendo una herradura muy grande atrás de la embarcación y veníamos ventilandola. Entonces llegábamos con las redes limpias. No había escamas, no había partes de pescado, no había nada. Salvo que el tiempo estuviera muy feo para temporal y levantaras mucho pescado, venías con el pescado en bruto y lo desmallabas todo en la embarcación. En el puerto nos alejábamos y ahí limpiábamos. Manteníamos la limpieza.

-¿Cuál fue el término que usó? Desmallar…
-Desmallar, sí desmallar el pescado. Ahora le llaman espinel, hasta cambiaron hasta el idioma. Se desmallaba el pescado… Yo tengo un cuento “Viento del este”, donde explico todo eso.

-Una de las actividades también era la pesca, entonces no solo era trabajar en los frigoríficos… La pesca era otra de las actividades importantes que se desarrollaban en el barrio en la Villa del Cerro, y que tal vez se va modificando, se va perdiendo. Lo del frigorífico sí se perdió. Hoy no existen.
-En la década del ’70 se cerraron todos los frigoríficos. Por ejemplo te cuento, mi hermano mayor, me llevaba 11 años. Él trabajó en el Hotel Nogaró, trabajaba en la cocina del hotel. Cuando el Hotel Nogaró cerró él con la pesca alimentó a la familia. Entonces quién iba. Yo era el hermano más chico. Un niño, prácticamente un niño e iba con él a pescar. Y al otro hermano le asó lo mismo. Pasábamos toda la noche en el invierno, acá en la bahía, pescando pejerrey. Y cuando mi hermano mayor entró en el frigorífico Castro y después cerro, la pesca fue lo que lo salvó, y se mantenía bien.

-¿Esa actividad de pescador se dio en otras familias, fue algo importante en algún momento?
-Sí, sí, sí. Toda la zona de los muelles públicos el que no tenía una embarcación tenía un empleo vinculado al pescado. Era muy común dejar la embarcación ahí.

-¿Y a quién vendían el pescado?
-Y se vendía a... había gente que venía y lo compraban. Ese era otro trabajo. Había gente que venía, lo compraba y lo llevaba para vender. Pero a la vez, si hoy le guardabas 50 colleras. La collera es… la corvina, depende del tamaño, ponías dos o tres en un junco, que lo sobábamos, y lo amarrábamos con eso. La collera era juntar dos juncos y armarlos. Entonces, quedaban 4 corvinas grandes o 6 chicas o 5. Eso venía un camión y lo compraba. Pero si vos un día le vendías 50 o 60 colleras y al otro día venía el mismo tipo, porque sabías que el pescado estaba cerca (los cardúmenes) no quería. Tenés que vender a los amigos, a los vecinos, salir a vender. Cuando uno es chico, estoy hablando de 8 o 9 años. Mis hermanos venían con el pejerrey me llamaban, y yo con un carrito y salía a caminar. En ese tiempo vivían mis padres en La Teja y ofrecía pescado fresco a las vecinas. Iba y me compraban porque sabían que era pescado fresco.
>>Era todo bastante artesanal incluso la venta. Había alguien que compraba en cierta cantidad pero incluso la venta era salir a vender casa por casa. Una vez, viviendo acá en el Cerro, salíamos con una embarcación del nacional del Regatas, cuando el Nacional de Regatas estaba en el puerto. Salíamos con una barca de mi primo, y trajimos más de mil kilo de pescado. Y pedimos permiso, y sacamos una lona, lo pusimos ahí y la gente que salió de trabajar vio el pescado y preguntó: “¿a cuánto la corvina?” Y dijimos: “A 10 pesos…” No me acuerdo. Y le decíamos: “llevate dos o tres…” O si no, qué hacíamos. Tirar no podíamos, porque era comida. Lo de artesanal era cierto. Mi padre tejía la red, hacía los plomos, hacíamos las cuerdas, de árbol a árbol en la vereda. Hacíamos la chalana. Era una artesanía hermosísima. Mi padre estaba tejiendo red y madre al lado.

-Hoy esa actividad de hacer cosas en la vereda, hoy día ¿se puede hacer?
-No creo. Lo que para nosotros era común que dejáramos las herramientas y fuéramos a pescar. Hoy te roban la chalan, y… no quiero hablar de eso. La realidad ha cambiado.

-Entonces, de alguna manera, hay ciertas circunstancias que no sólo se da en el Cerro sino que se da en todo Montevideo, por lo cual la vida ha cambiado bastante. El tema de la inseguridad no es una “sensación” sino que ocurre.
-Te voy a decir algo de lo que pasa en el Cerro. Cuando yo era un muchacho, un joven… Estaban unos 10 muchachos conversando en la esquina, y jugaba Rampla en un lado y Cerro en otro. Bueno empezaba el partido, unos se iban a un lado y los otros para el otro. Después venían y se juntaban a conversar otra vez. No había problemas. Ahora no podés ir de repente al fútbol, porque no está la gente como antes. Yo con mis amigos que son del Cerro, que son hinchas de Cerro y yo hincha de Rampla, nos reunimos y hablamos, nos respetamos, conversamos y hablamos. Pero con los muchachos jóvenes no lo podés hacer. Eso es lo que ha cambiado ahora.

-El Cerro era un lugar estratégico para el avistamiento de naves.
-Era para cuidar el puerto, era una llave.

-Hoy acaso el hecho de que la Armada esté comando ese lugar y lo que antiguamente fue el frigorífico no está diciendo…
-La Armada tiene ahí un dique, de toda la vida. Y ahora están haciendo las barcazas y quieren traer los barcos de guerra para ahí. Y liberar toda esa zona que ocupan en el puerto.


PÁGINA EN BLANCO* Episodio I

Episodio I 



*Este artículo lo publiqué primero en Linkedín. Ahora lo comparto en este blog



Portada del episodio I



  **Recomendación: para escuchar desde el celular deben descargar la app, la aplicación de Ivoox de su proveedor: Play Store o el que fuere. Y después accederán al episodio.

[El audio del episodio I puede escucharse en el reproductor de la columna derecha de este blog].


Página en Blanco 

Pódcast

Más de una vez todo escritor se encontró ante la página en blanco, quizás a diario, si es metódico, quizás no así, pero siempre se encuentra -más tarde o más temprano- ante esa página en blanco. A ella se enfrenta y sobre ella vuelca toda su energía, su saber, su imaginación para lograr ese producto acabado que es una historia, un relato, un poema.


Como escritor de cuentos conozco esa instancia, y conozco esa otra cuando alguien del otro lado de la página, tras leerla, te devuelve un gracias, un comentario, un punto de vista. O como lo expresa un poeta amigo, muchas veces, una persona cualquiera, tras oír o leer las palabras del escritor, va a tomar una acción, como tras emocionarse ante un poema, y entonces, decide que ya es tiempo de reconciliarse con alguien, de acercarse a esa persona con quien mantenía cierta distancia. Y todo porque sus fibras intimas fueron tocadas por las palabras que dejó alguien sobre una página en blanco.


Un poco de todo eso y quizás más es de lo que se trata el programa "PÁGINA EN BLANCO" de mi canal en Ivoox, Radio Huellas de Pedro Buda II.  


 

Cada sábado intentaré abordar temas vinculados a la escritura y al proceso creativo, al momento de compartir el producto de ese enfrentamiento con la página en blanco de nuestro cuaderno, de nuestra pantalla, o al medio que usemos para generar ese universo creativo de cada escritor, de cada creador que busca hacer llegar su mensaje al otro, a ese otro que, gracias a ese texto, generará su propio universo, completará el del otro, y allí, seguramente se da -estoy seguro- una suerte de comunicación muy rica e interesante que quizás no pueda expresarse siempre con 'palabras', la herramienta del escritor, del humano, sí, la herramienta que nos hace humanos.

Los invito, entonces, a pasar por el canal Radio Huellas de Pedro Buda II, donde hay algo más para compartir en otros programas, y si les parece, se acercan a Página en Blanco. Les dejo también una invitación en formato video.

Parte del programa es una entrevista con algún autor, con algún escritor.

Carlos Omar Dive Quefau

 Los invito a contactarme y generamos una entrevista para pasarlo en el programa. Entrevista corta que permita conocer algo del autor. El programa busca compartir algo del escritor más allá de lo que la página en blanco captó.




Comparto aquí un video que hace alusión a los seis primeros meses del Podcast. Uno que colocamos antes, no está visible ahora. (Gracias)


En el primer episodio comento sobre porqué hice este Pódcast, mi experiencia previa, una breve introducción sobre el contenido del primer episodio, doy cuenta del nombre de la pista musical que se usa como cortina del Pódcast... Y después pasamos de lleno a la entrevista con el escritor Carlos Omar Dive Quefau.