lunes, 18 de abril de 2016

Entrevista con Mabel Azconegui

Recuerdos de La Curva en tiempos de las Grandes Fábricas


Estamos en la casa de María Esther. Una vecina, que hace 40 años vive en la zona  de La Curva de Maroñas, nos brinda también su testimonio sobre la vida aquí.
̶ ¿Su nombre?
̶ Mabel Azconegui.

̶ Nos decía María Esther que ella estaba acá en el barrio, pero más en la casa, sin tener tanta actividad, tanto movimiento. Pero si le preguntara de hace 40 años atrás ¿qué cosas son las que se le vienen a la mente de cuando recién se mudó al barrio?
̶ A mí, primeramente, si bien yo vivía en La Curva, Jacobo Roseau y Larrvide, y anteriormente viví en Camino Maldonado y Veracierto, desde que nací. Y mi familia vivió toda ahí. Cuando vine acá era un barrio tranquilo. De gente propietaria, la mayoría. Un barrio, en sí, muy tranquilo. Muy barrio. Pero que me gustaba.   

̶ Pero específicamente de La Curva, de Veracierto y Camino Maldonado, estamos a pocas cuadras.
̶ Sí, sí. Siete u ocho cuadras.

̶ De esa época que vivió en la zona de La Curva me podría hablar. De cuando se mudó  esa zona.  Para después venir hacia esta otra parte del barrio.
̶ Si, yo nací en Camino Maldonado y Veracierto. Ahí me crié con mi abuela y mis tíos. Todos nacidos ahí.

El Porteño
̶   ¿Y de qué año estamos hablando...? Su nacimiento...
̶ Yo en el 45. 1945, tengo 70. Y mi abuelo tenía un bar Belloni y Camino Maldonado que hacía una proa, que se llamaba "El Porteño". Él era argentino, y mi abuelo era dueño de ese bar.

̶ Creo que me hablaron de ese bar.
̶ Había cancha de bochas y qué se yo. Yo a mi abuelo, por supuesto que no lo conocí. Pero sí ese lugar. Como que era muy tradicional. Muy conocido para el barrio. Ta hasta que después bueno... fue avanzando y eso quedó ahí, medio abandonado.

̶ ¿Era un lugar de encuentro?    
̶ Era un lugar de encuentro. Igual, más allá de que habían almacenes y que se yo... En un principio, según mi abuela, Ramos Generales. Era un bar pero vendían cosas...

̶ ¿Eso en qué dirección?
̶ En Camino Maldonado que hacía una proa con Belloni, que en aquel tiempo era Cuchilla Grande. Mi abuelo había venido al Uruguay, desde la Argentina, se había casado con mi abuelo acá y vivían allí donde yo nací.
̶ ¿Qué recuerda de su infancia de esa zona de La Curva?
̶ A mí me gustaba, realmente. Tenía a los amigos. Yo iba a la escuela 97, ahí en [la calle]Andrés La Torre y Pirineos. Iba con mi hermano. Eran 3 cuadras. Entonces allí tenía las amistades...

̶¿Esa es la escuela de la banderita al revés o es otra?
̶  No sé, la verdad.
̶¿El número de la escuela era?
̶ 97. Que ahora es 79 y 97.  Ahora pusieron una escuela para el lado de atrás. Y mis amigos vivían frente por frente, donde ahora está la terminal, que era vamos a decir, el sindicato de los trabajadores del tejido. Que había una familia, y que me gustaba ir, porque tenía un parque enorme. Y son recuerdos preciosos que tengo.

Todas esas fábricas que habían
̶¿Qué específicamente se acuerda de su actividad de sindicato? Algún momento más fuerte, más importante quizás se acuerda.
̶ Mirá, tengo grabada canciones cuando estaban en conflicto. Me encantaba la música, pues hasta el día de hoy le siento a Razziati  cantando con Miranda... Y que yo era chica y se sentían permanentemente esas canciones. Otra mala que... Yo no entendía mucho en ese momento porque era chica. Pero, por ejemplo, la gente que venía a trabajar igual, por ejemplo a la ILDU,SADIL, Tuplan, todas esas fábricas que habían, que ahora a mí me da pena pasar por Veracierto que ves todo eso en abandono.    
La ILDU... Trabajaba impresionante. Cantidad de gente que trabajaba... Mi padre había trabajado en Tuplan. Y mi hermano también. Yo a mi papá no lo conocí, pero sabía de eso.
̶ Es decir que hay una vinculación con las fábricas...
̶ Totalmente, era todo un lugar, donde la gente trabajaba toda, una gran mayoría, la gente trabajaba en las textiles. Y claro, cuando habían problemas, cuando estaban de huelgas y todo, la gente que iba a trabajar, a veces era difícil. Porque los del sindicato pegaban, las desvestían a las mujeres.
 En esa esquina, yo no me olvido más. Que es donde yo vivía enfrente así...

̶ Frente al sindicato...
 ̶ Frente al sindicato, segunda casa de la esquina. Y claro, se veía todo eso y... desvestían a las mujeres, les pegaban... Era horrible.

̶ ¿ Y eso en qué año más o menos? 
̶ Y yo tendría capaz que 10 años. Podría poner en el cincuenta y algo. [Los conflictos textiles se desarrollaron en los años 1953 y 1954, según la página del Instituto Cuesta Duarte ]

̶ Que fue una de las huelgas más fuertes, más importante. Creo que fue la primera huelga a nivel de textiles...
̶ Era terrible, era terrible.  Porque además había que ver la cantidad de gente. Claro, la mayoría mujeres, que trabajaban. Trabajaban muchísimos hombres; pero mujeres imponente. Y vos veías que la gente... Pasa lo que pasa hoy. Que hay gente que no puede hacer paro porque tiene que pagar sus cosas, porque tiene que mantener sus hijos. A mí me pasa ahora con mi hija. Maestra que no puede hacer paro porque... Yo no puedo hacer paro me dice... Pero eran muy agresivos, muy agresivos.

̶ Y entonces, se organizaban allí en el sindicato para cuando se hacía una huelga... ¿Qué cosas pasaban ahí, es decir, como actividad?    
̶ Como actividad tenían que hacían comida para toda la gente. Hacían unas ollas imponentes. Porque era un edificio viejo. A mí me encantaba porque yo era amiga de ellos. De ahí, de esa familia que cuidaba. Y cocinaban... Pedían por toda la zona, si bien no habían tantos negocios; pero habían bares, habían negocios... Y te iban pidiendo y cocinaban para todo el mundo y... Todo el mundo venía y comía. Y en eso sentías las reivindicaciones que pedían... Yo era chica, por eso no le prestaba atención. La música, sí, me quedó grabada porque era todo el día. Pero yo tendría 10 años cuando mucho. 

*La entrevista completa se presentará más adelante, al igual que el audio de la misma.
 

Entrevista con María Esther Martin

Las otras entrevistas las mantuvimos el 26 de septiembre de 2015 en la casa de María Esther Martín, una longeva residente de la zona que llegó a los 15 años al barrio, y si bien se mudó, siempre estuvo en la zona.
Lo que sigue son fragmentos de las charlas que pudimos compartir. 
Todo el material de audio se presentará más adelante, al igual que las entrevistas completas y más información que se vaya logrando. 


LA CURVA: VISTA POR UNA CENTENARIA MUJER





María Esther es residente de la zona desde los 15 años y, desde entonces, transitó veredas compartiendo su tiempo con las personas, sin mirarle el pelo.
̶ ¿A qué edad o cuándo se mudó, más o menos, acá al barrio? ¿O usted nació acá en el barrio?
̶  No, en este barrio no. Yo nací en Colonia, a mucha honra. Porque para mí, nombrar Colonia es...
̶ ¿Y se acuerda, más o menos, a qué edad se mudó a la zona de la Curva?  
̶ A Montevideo, vine a los 15 años.
̶ A los quince... ¿Y acá a la Curva?
̶ A los quince, porque yo vine primero acá a la quinta de un tío mío. Porque mis padres tenían que venir a Montevideo. Por la salud.
̶  ¿Por una cuestión de que había un servicio un poco mejor?
̶ Sí, sí. Porque estaba la familia de mi madre. Vivía toda acá en Montevideo.
̶ Según lo que yo leí, en su momento, hace un montón de años atrás, esta zona de La Unión, de la Curva y demás, era un lugar que los montevideanos de aquél entonces, lo elegían para venir a vivir porque era mucho más sano, más limpio.
̶ Suburbano. De la Curva para acá, ya era suburbano. Tal es así que el tranvía no iba por los rieles de la calle, sino en una orilla que quedaba... junto a la banquina. Y cada tanto tenía un desvío. Los tranvías tenían sus desvíos y sus horarios. Tal es así que yo, llegué a Montevideo, di el examen de ingreso; porque vine de la escuela de allá. Di el examen de ingreso. Ingresé. Y tenía que estar a sus horas... Porque no había ómnibus. Era el tranvía.
Al principio todo fue color de rosa. Color de rosa porque lo corría y lo alcanzaba. Pero después fue más rosa, fue un ramo de rosas. Porque los conductores ya me conocían. Sabían cuando yo salía de mi casa corriendo a alcanzar el tranvía.
̶ Un servicio casi personalizado...
̶ He... porque si llegaba tarde al liceo... En aquél entonces, ese liceo usted entraba... Era como una ratonera. No podía salir.

̶ ¿En qué año nació usted?
̶ En el 14. Cuando la guerra.

̶ Quiere decir que...
̶Tengo ahora 100, voy para el uno

̶ Para ciento un años. Y en esa época, más o menos, estamos hablando de 1930, más o menos cuando vino al liceo.
̶ Sí. Le digo... Eran tiempos hermosos.

̶ Más tranquilos...
̶ Hermosos porque eran más sanos. Había una amistad sincera. No había egoísmo. En el liceo éramos grupos de cuarenta y tantos... Éramos todos amigos. No había un sí, ni un no. Tan es así que el grupo nuestro. Un grupo formado por estudiantes. Que le habíamos puesto el nombre de... Porque éramos año B. Y le pusieron Balalaica. Y antes de entrar a clases nos reuníamos todos y teníamos un dicho: "balalaica sí, Balalaica no..." y no sé cómo era lo otro que seguía... y entrábamos a clases. Había un respeto a los profesores. Y cuando los profesores, vamos a decir, que nos respetaban. Le hago una advertencia, le hablo de mi grupo, n sé los otros grupos. Pero no habían discordias, no había nada.

La casa del barrio
̶ Nosotros vinimos acá en el 78...   En Mateo Cortés... también corría. Después que me mudé de acá de Camino Maldonado, que mi padre dijo:"Yo no voy a estar de agregado, ni voy a estar pagando alquiler, me gusta encontrar una casa. Encontró una casa en Mateo Cortés, que se remataba. Mi padre la compró, la hizo remendar, y fuimos a vivir ahí. No teníamos ni un sí, ni un no. Tl es así que a mi casa le decían: "La casa del barrio". Porque todos venían ahí. A buscar... [La entrevistada hace un gesto como quien busca comida] Era precioso. Era el único teléfono que había en el barrio.
̶ Claro, claro... ¿Y cómo era el teléfono? Porque no era como los de ahora.
̶ No, era un armatoste. Grandote. [Sonríe la entrevistada y una de las personas que estaba presente aclara que María Esther es enfermera] 

̶ ¿Qué había? ¿Había algún club, una fábrica ya en esa época?
̶ Había una fábrica, pegado a mi casa. Una fábrica textil. En esa fábrica textil nunca fui no más que para curiosear. Y los patrones, los jefes, si yo había trabajado ahí. Porque nombrar a María Esther ahí, era como una tribuna. [Se ríe nuestra entrevistada] 

̶ ¿Y cuál era su actividad, a qué iba? A curiosear sí, pero... tenía amigos en la fábrica...
̶ No... después sí, Después me hice amiga del que atendía la caldera. Que tan es así que yo me casé teniendo 63 años. Con un novio que tuve cuando recién vinimos a Montevideo. Y le digo: "Yo no fui nunca". Y un día me pregunta el jefe de personal: "Dígame María Esther, ¿usted trabajó alguna vez en la fábrica?"... "Nunca"[cuenta que le respondió] "¿Y cómo hablar de María Esther es cómo hablar de una compañera" [Ella relata que le contesta]"Señor, ustedes sabrán". Porque y me había hecho amiga de todos.
Tenían huelga, ¿a dónde iban?... A casa. A tomar algo, o hablar por teléfono o a descansar un rato. Lo que fuera. Los patrones, lo mismo. Tenían que preguntar alguna cosa, ¿a dónde iban? A casa. Ya digo... Yo le dije a él así.  Y después, me empezaron a pedir recomendaciones, hasta que di con una persona, que recomendé y al final era revolucionario. Y le dije a mis padres: "Yo no recomiendo a nadie".
Después, cuando me casé, que fallecieron mis padres, le dije a mi marido: "Nunca me mandes nadie a que recomiende". Porque yo les dije no me recomiendo ni yo misma.
El caso es que cambió de firma. Cesó la fábrica de textil y pusieron una de... de cosas químicas, con ellos me quedé grandes amigos.

̶ Perdón que le corte, en esa época de la fábrica textil, todavía, ¿el nombre de la fábrica?
̶ La fábrica TUSAM

̶ ¿Y en qué año fue esa huelga, o hubo más de una huelga?
̶ Hubieron varias huelgas. Pero una huelga muy grande que hicieron campamento en el terreno de enfrente. Y ahí, todos venían a casa. Hombres y mujeres. Y bueno, y seguí siempre igual. Tan es así que después vinieron empleados nuevos para la otra fábrica y se habían hecho amiguísimo conmigo.

̶ Y entonces, después, fue una fábrica de productos químicos. 
̶ Sí, y ahora hay no sé qué... [Algo de mecánica, aclara una amiga de la entrevistada presente]  

̶ ¿Y las calles son?  
̶ Eusebio Vidal la de este lado [Aclara la amiga, al tiempo que pregunta por la otra calle]
̶ Oyarbide

̶  Entonces, había más fabricas acá, en toda la zona. Es una zona donde hubo, durante alguna época, varias fábricas.
̶ Una fábrica muy grande siguiendo la calle lamas para abajo, preciosa. Que también, hubo una huelga no sé de qué, que rompieron vidrios y todo. Que deshicieron todo. Quedó sin funcionar esa fábrica. Daba, los fondos de la casa que nosotros ocupábamos, daba lindero a esa fábrica. Porque era grande. Largo... Bueno, ahí, tenía yo a mis padres...
Después yo estudié, me recibí de bachiller. Iba a seguir mis estudios. La mente no me respondía. Los nervios me sancionaban. Porque me dejaban fuera de... Y dije: "No estudio más, voy a trabajar". Conseguí por una señorita mayor, un empleo en la Droguería Surraco. Que en aquél entonces estaba en Rincón. La farmacia entrabas por Rincón. Y por Juncal, la que pasaba por el costado de la plaza Independencia. Bueno, ahí me iba yo. Salía de casa a las 7 de la mañana, regresaba a las 12, tomando un tranvía.

̶ Todavía funcionaba el tranvía.
̶ Ni mira de haber ómnibus. Tenía que ir en tranvía. La vida perdurable. Tenía que estar a las 2. De allá de la plaza Independencia venía acá a mi casa. Mi madre ya me esperaba con la comida, comía, y salía. 

Entrevista con María Aideé Sánchez Vanoli

Un barrio de fábricas donde convivimos todos desde el pito de las seis de la mañana



"Pepita"  es vecina del barrio, nació allí, su nombre es  María Aideé Sánchez  Vanoli. Vive y nació en el barrio de La Curva.  
̶ Nací y me crié en el barrio. Primero, yo nací en lo que hoy vendría a ser la calle Susana Pintos, que es un poco más retirado de La Curva; pero que mis padres vivían allí. Pero después nos vinimos a vivir a la calle Veracierto y Camino Maldonado. Un barrio de fábricas que vivimos todos desde el pito de las seis de la mañana, seis menos cuarto a las seis. Convivimos todos. Eran fábricas de tejido, fabrica de corchos. Que era la Unión Fabril del Corcho.

̶ ¿Y de qué año estamos hablando?
̶ Y de... fijate que yo nací en 1936, voy a tener 79 años... me liga todo eso, porque era de otra manera. Uno pasa por allí y le da reminiscencia... Esto no está... sin ir más lejos, cuando empezamos a ser jovencita, quince dieciséis años, cuando empezamos a ir a bailes, aquellos preciosos bailes del "Danubio" (Danubio Fútbol Club, fundado el 1° de marzo de 1932, conocidos como los de la curva. Era como ir a una cosa de hadas, ir al baile aquél. Porque era una casa quinta que había, donde hoy hay un supermercado. Era una belleza.  Y para colmo íbamos con los vestidos de los 15 años. Esas cosas no se olvidan nunca más. Era como haber vivido entre hadas. Todas para ver cual llevaba su vestido mejor.
Y la zona estaba compuesta por el Club Danubio, en la otra esquina estaba el Unión Ciclista [Calle José de Bejar 2842], después a mitad de cuadra una farmacia... Bueno pasaba el tranvía en ese tiempo del que te estoy hablando...

Cuando llegaba a destino... daban vuelta los asientos 
̶ El tranvía... eléctrico...
̶ Sí, sí, sí. El 54 que iba a Punta de Rieles. Iba y venía. Y yo en la esquina de mi casa tomaba el tranvía para ir al colegio. Que yo fui a un colegio "Beata Imelda" [Colegio y Liceo Beata Imelda], de Camino Maldonado y Venecia, de las Hermanas Domínicas. Me crié en ese colegio, hice toda mi primaria.
Íbamos en el tranvía y lo que nos llamaba la atención era que cuando llegaba a destino... daban vuelta los asientos.  Eran los que se daban vuelta porque el motorman cambiaba para el otro lado. Y yo tomaba en el desvío. Se esperaba en Camino Maldonado y Veracierto, en el desvío. Mi papá me había puesto una tabla, cuando venía el tranvía que paraba, ponía la tabla y yo subía... mi papá me acompañaba con el mate. Son cosas de las que no me olvido. Estuvimos ahí en Veracierto como 35 años. Y de allí me fui a Camino maldonado y Areguatí.
̶ En la misma zona...
̶ En la misma zona,  donde estaba el Club Ciclista Fénix, [Fue fundado el 18 de Julio de 1932]. Yo estuve en una zona donde el ciclismo proliferó. ¡Quién no tenía una bicicleta, en aquél tiempo! Todos teníamos bicicleta... Los domingos se hacían campeonatos de novicios absolutos. Además de distintas categorías...

Él es que le sacó a Fernández Crespo a la política        
Y he conocido personajes... Personajes que no me he podido sacar de la cabeza. Había un personaje que todo el que vivió en esa época...tiene que haber recordado, que se llamaba: "Arturito Vecino", "Arturo Vecino"  Un tipo que era... me inculcó lo que era el tango. Tocaba la guitarra que era un espectáculo. Siempre con la guitarra. La guitarra, cosa rara, que la llevaba en estuche, no en funda. Él me enseñó que no se debía golpear la guitarra; porque la guitarra en la funda se golpeaba. Me enseñó a tocar la guitarra "Arturito" Vecino.

̶ ¿ Y dónde se presentaba él, en la calle nomás?
̶ Él estaba muy vinculado al Hipódromo de Maroñas. Hay una milonga que lo nombra a él, a "Arturito" Vecino. Un hombre muy blanco, blanco como hueso bagual. Vos sabés  que iba vestido de traje azul oscuro, por ejemplo,  lengue (pañuelo de cuello) blanco y gacho (sombrero masculino flexible, cuya ala solía usarse inclinada hacia abajo) gris. Zapato de charol. Peticito, chiquitito. Después anduvo por casarse con una tía mía, que los dos andaban ahí en la política. Y él es el que se le puede decir le sacó a Fernández Crespo a la política.[Daniel Fernández Crespo fue maestro y político uruguayo, presidente constitucional del consejo nacional de Gobierno entre el 1° de marzo de 1963 y el 1° de marzo de 1964. Ingresó al Parlamento por primera vez en 1932.]  Porque en la once, que era la 11 sección, él llegaba por los café, porque él cantaba en los café... Lo llevaba y de ahí fue donde salieron los votos de Fernández Crespo. Porque la once sección y la décima sección, parte de la décima sección, fue de donde salió. Yo con propiedad lo digo, porque yo estaba metida en eso también.
Este señor era un personaje, un personaje ilustre.

̶ Y las fábricas, retomando un poco el tema de las fábricas. Tú me decías que te despertabas con el timbre de las fábricas... Con el silbato.
̶ Era así. Seis menos cuarto sonaba un pito que era el de entrada. Que era una sirena. Estaba la ILDU (Fábrica textil, ubicada en Hipólito Irigoyen); ¿Don Azart? CAMPOMAR Y SOULAS S.A. Entrando a la curva, porque en La Curva de Maroñas es la calle Piccioli a la mano izquierda. Hay una farmacia en la esquina, que todavía existe. Añeja la farmacia. Porque mi abuela era media parienta de los dueños de esa farmacia. Fijate vos las edades que tengo. Que era donde se iba a la Curva de Maroñas. Porque Maroñas era... un señor. Mi abuela era como yo, le gustaba contar las cosas que habían pasado. Y estamos hilvanando. Te voy diciendo... Empezando por La Curva de Maroñas, la fábrica importante era una curtiembre:"Don Sarasola" (De 1890)
Todavía existe. Que le dicen a Danubio que tiene el olor feo, porque sale el olor de los cueros. 8 de Octubre y Cadurán, frente a donde estaba la CUTSA antes, que ya no está más. 8 de octubre y  Marcos Sastre estaba CAMPOMAR Y SOULAS. Ese cerró. Sigo y doblo por Veracierto. A mano izquierda, la primer fábrica que se encontraba era La Unión Fabril del Corcho, que era la fábrica de corcho... Bajando estaba La Tuplan

̶ Todo muy cerca...
̶ Y cuatro cuadras, cinco cuadras, nadie decía nada. Doblamos que hay una curvita, que antes había un quiosco policial, ahora hay ahí un asentamiento. Estaba don Asart y Piana, ahora en frente hay una aceitera. Pero pasando la aceitera está la Ildu, que ahora está la Tienda Ta-Ta. Yo a la Ildu la conocí, porque mi marido llegó a trabajar, era una fábrica importantísima. Enfrente hay una fábrica de pescado. Por Veracierto, enfrente a la Ildu, está un depósito de autos que es de Julio César Lestido... Todo eso comprende La Curva de Maroñas.

Después por camino Maldonado, estaba la T.U.S.A., que ahora hay una cosa de motos japonesas.

*Tal como mencioné en la entrada en que me refiero a este trabajo de investigación, presentamos sólo parte del material logrado en las entrevistas. 

LA CURVA

En esta entrada presentamos parte del trabajo realizado con Javier Sierra en relación con una zona de Montevideo conocido como La Curva. Algunos vecinos, que peinan canas, nos cuentan sobre la historia del barrio, sobre lo que consideran características importantes a rescatar.
El tiempo que abarca esta primera entrega va de los primeros años del siglo XX hasta entrados los ochenta. Hace hincapié en los tiempos del auge de las grandes fábricas textiles que convocaban la presencia de gran cantidad de personas en el barrio, más allá de los que tenían allí su vivienda.
Es sólo parte de un proyecto más ambicioso que se irá armando en el transcurso de este año 2016. 
La idea de este proyecto es acercar las voces de los vecinos, para que sean los propios protagonistas, los vecinos, quienes nos relaten sobre la vida en esta zona de Montevideo que tuvo una gran importancia, por las fábricas allí instaladas, que supera a lo que se refiere al barrio. Es una zona con mucha historia, de la que se han ocupado diversos investigadores, pero de esta época que intentamos mostrar aquí aún hay más por conocer.
Algunos barrios de Montevideo surgieron por acontecimientos  importantes, como por ejemplo, la Guerra Grande (El Cerrito, La Villa de la Restauración [La Unión] y Buceo] Otros surgieron de modo espontáneo como Aguada y Cordón –según el texto: "Montevideo -  Los barrios I", de Aníbal Barrios Pintos, Editorial Nuestra Tierra, 1971, Montevideo, Uruguay.
Hay barrios que, sin embargo, se fundaron a instancias de promotores de la propiedad privada, como Francisco Piria (montevideano), Emilio Reus (español) y Florencio Escardó (argentino). A éste último se le debe la formación de los barrios:  Atahualpa (1868), Libertad (1871), La Comercial (1871), Víctor Manuel (1874), Garibaldino (1879), Caprera (1879), Mazzini (1879), Garibaldi (1881), Garzón (1890) en la zona de la Curva.   




Entrevistas
El 9 de septiembre de 2015 mantuvimos la primera entrevista en profundidad, de tipo exploratoria, con una vecina de la zona montevideana conocida como La Curva. Su nombre es  Aideé Sánchez y lo que reproducimos, en otra entrada de este mismo blog, es sólo una pequeña parte de la extensa entrevista mantenida con ella.
Otras entrevistas que compartiremos, y también en parte, son las mantenidas con María Esther Martín y la mantenida con Mabel Azconegui. Estos encuentros se lograron el 26 de septiembre del mismo año.