Esta entrevista se dio en el año 2014 y como estaba en otro medio que ya no está en Internet, la vuelvo a compartir ahora.
19-04-2014
Entrevista con
Carlos Omar Dive Quefau
La
Villa del Cerro el patio trasero de la ciudad de montevideo
En esta nota el escritor Carlos Omar Dive Quefau nos cuenta sobre su barrio, La Villa del Cerro, sobre su niñez, sobre gente reconocida que nació o vivió en este barrio de Montevideo.
-Estamos con un
habitante del Cerro de Montevideo
cuyo nombre completo es… Carlos Omar Dive Quefau.
-Villa del Cerro. Se
llamaba Cosmópolis.
En un tiempo se llamaba Cosmópolis por el hecho de que la gente
venía de todas partes del mundo a vivir acá. Bajaban en el puerto y
tomaban en su {época el tranvía o el ómnibus y cruzaban el Arroyo
Pantanoso y entraban acá en el cerro. Grandes colectividades:
armenias, árabes, lituanos, polacos, judíos.
-Las distancias no eran
las mismas… es decir hoy se toma una líneas de ómnibus y se llega
capaz que en 20 minutos. En esa época que estamos hablando que más
o menos ería…
-Estamos hablando de
la década del ‘30 para adelante, pero empezó todo eso mucho
antes. Mis padres vinieron mucho antes. Por ejemplo mi padre vino en
1912, y cuatro años antes había venido mi abuelo con mi tío. Y
cuando el barco atracó acá en el puerto, hablaron entre ellos y
dijeron, le preguntamos al capitán, le preguntamos a la gente del
barco: “¿Esto es Argentina? Y le contestaron: No Uruguay” Y el
padre le dijo al hijo: buen lugar para pescar, y se bajaron. Y se
bajaron acá y dieron la vuelta la aduana y se vinieron para el Cerro
y ahí se quedaron.
-Generalmente, a la
Villa del Cerro, o el Cerro, como se lo conoce hoy por hoy, tenemos
más conocimiento cuando existe algún hecho delictivo. Hoy por hoy,
el Cerro aparece en ese tipo de informaciones y no en otro tipo de
actividades que sí se desarrollan…
-Actividades
artísticas, actividades futbolísticas, de todo un poco. Lo que
pasa es que es cierto, nosotros creo firmemente que estamos
considerados hace muchos años el patio trasero de la ciudad. Y somos
la gente mala de la ciudad, es decir, no la gente mala, no es lo
quise decir, sino que notan lo malo y no lo bueno. Cuando de acá ha
salido gente como Gurvich
(José Gurvich cuyo nombre legal lituano era Zusmanas
Gurvicius vivió a partir de 1957 en la calle
Polonia 3166, casa de Gonzalo Fonseca)
-Natalia
Oreiro, la actriz…
-Natalia Oreiro,
hablando de ahora, pero cuántos jugadores campeones del mundo
vivieron acá en el Cerro. Jugadores de fútbol, el “Peta”
Urbiña (Luis “Peta” Urbiña, “jas”
derecho, jugó en el mundial de 1966 y fue cuarto en el mundo con la
selección de 1970), mucha, mucha gente que hicieron historia con
Rampla
(Rampla Juniors Fútbol Club). Rampla se fundó en la Aduana, pasó
por (El barrio de ) La Aguada y después vino al Cerro. Recién seis
o siete años después se fundó el Club Atlético Cerro. Pero en ese
tiempo el club Rampla era un club grande… Formada por gente del
Cerro, de los frigoríficos. Trabajaban 8 horas en los frigoríficos
y después iban a practicar a Rampla.
-¿Qué otros clubes
hay en el barrio?
-Hay muchos clubes…
pero yo ahora estoy un poco alejado de ese tipo de cosas, pero
hubieron muchos clubes de barrio…
-La Villa
del Cerro, o El Cerro no tiene un límite capaz que
preciso, pero y además está unido a otros barrios que se conocían
como el Victoria ¿no?
-El Barrio Victoria
ya es otra cosa, el barrio Victoria ya pertenece más a… está
entre La Teja y Belvedere. A nosotros nos divide el (Arroyo)
Pantanoso. La Teja muere en el Pantanoso. Para mí El Cerro, yo
tengo idea, no soy… Lo tengo idea que la Villa del Cerro es Carlos
María Ramírez hasta Cuba, de Cuba hacia el mar, hacia la Playa, y
toda la parte de abajo. Después se fue anexando lo que es Casabó,
Santa Catalina, Punta Yegua, La Palma, Cibils y La Boyada, inclusive
está El Paso de la Arena, que está muy pegado. Entonces cuando
pasan (en los medios) algún hecho dicen “En la Villa del Cerro”
y no es en el Cerro. Son barrios periféricos del Cerro.
-Realmente los barrio
son tienen límites precisos sino los Centros Comunales. A veces
dentro de un Centro Comunal hay varios barrios.
-Ahora está
modificado, el Centro Comunitario que era del Cerro ahora está en El
Prado.
-Entonces… por lo que
contaba, en sus principios, y estamos hablando del siglo pasado, de
1900 en adelante, con las inmigraciones que vinieron se fue asentando
la gente en este barrio, y la actividad principal eran los
frigoríficos y algunas otras industrias.
-Sí, las fábricas
textiles… pero toda la industria ha muerto en todo el Uruguay,
verdad. Las industrias grandes han muerto en todo el Uruguay.
Los frigoríficos
eran… venir a las 4 de la mañana al Cerro eran ómnibus y ómnibus
todos lleno de gente que venía a trabajar. Trabajaban cientos,
miles en cada frigorífico. Una mano de obra enorme, tremenda. Y
cualquier obrero de frigorífico ganaba más que cualquier empleado
público. Sueldos superiores. Porque tenían una lucha sindical muy
fuerte. Llegó en un momento a llamarse “El paralelo 38” (en
alusión al límite entre las dos Corea) porque no entraba nadie.
Nadie cruzaba el puente, en las luchas frigoríficas. Pero era una
lucha leal, no era “voy y te apedreo la casa”. Acá se paraba y
se paraba todo el mundo. Y había más tiendas que en 18 de julio
(Av. Principal de la ciudad de Montevideo), había comercios porque
todo caminaba, había buen dinero.
-Una época en la cual
los frigoríficos, el Uruguay le vendía al exterior gran cantidad.
-Los frigoríficos
del Uruguay abastecieron a toda la flota inglesa. El movimiento del
Graf Spee (Crucero Admiral Graf Spee) que lo mandaron para el
Atlántico Sur… Lo mandaron a cortar ese tráfico. Del cargamento
que salía del sur, principalmente de acá de Uruguay. Por algo lo
agarraron acá en Maldonado, lo arrinconaron y lo trajeron acá a la
bahía. Cosa que sé, porque yo he navegado arriba del Graf Spee.
Saliendo a pescar con mi familia, nos ganábamos el pan pescando en
chalanas. Éramos pescadores, no como ahora que se llaman pescadores
artesanales. Éramos pescadores y nada más. Había mucho más oficio
que ahora… Tuve la suerte de haber navegado y de haberle visto
varias veces los mástiles.
-Tuviste la oportunidad
de conocer un barco (ver los mástiles, la ubicación donde está
hundido el barco) que de algún modo marcó una parte de la historia
de la guerra naval en sur del Atlántico, en Uruguay…
-En la Segunda
Guerra Mundial volvió, vino a Río de la Plata. Se le conoce como
“la Batalla del Río de la Plata”, pero se tejió muchas cosas…
A él lo agarraron, lo identificaron en las costas de Maldonado.
Estuvieron luchando. E inclusive se arrimaba a la costa y por
convenios internacionales no podían hacerle, sin embargo los
ingleses le tiraban cañonazos, comprobado por la Armada de Uruguay.
Y el Capitán Langsdorff había sido marino mercante y había entrado
varias veces a Montevideo, por eso entró solo de noche al puerto. La
gente se levantó de mañana y se encontró con la embarcación…
-Sin tener la guía que
habitualmente tienen cuando entran al puerto.
-Lo que se llaman
los prácticos, y que es que se le pide a los capitanes de acá del
puerto, que suben a los barcos y los orientan…
-Volviendo al tema del
Cerro… hablaba que su familia vino allá por el…
-Yo recuerdo que mi
padre contaba que su padre y el hermano mayor de él vinieron en
1908. Y mi padre en 1912 con 12 años, con la madre y la hermana.
-¿De dónde?
-De Palestina. Y mi
padre contaba que vino en la parte que venían las mujeres porque era
niño. O si no tenían que venir separados (dentro del barco)
-Cuando ellos vienen,
bajan del barco y se toman…
-No sé cómo
llegaron… pero vinieron al Cerro y allí se afincaron en la zona
del muelle público., donde suelen haber embarcaciones, aunque ahora
hay muy pocas. Mi abuelo trajo un arte de pescar que no se conocía
acá: la tarraya. Se usa mucho en Brasil, Perú, en Colombia, pero es
una tarraya distinta. Y el único de los que queda que las puede
tejer soy yo.
-Es decir, se fueron
perdiendo también oficios…
-Totalmente.
-Es decir, hoy hay
actividad de pesca, como decías antes, actividad artesanal, pero en
el Cerro no. Hay en barrios cercanos.
-Sí, pero en el
muelle público sí entran. En el Pantanoso. El arroyo que divide a
La Teja de nosotros. Ahí hay y era donde teníamos nuestra
embarcación nosotros. De ahí salíamos, pasábamos por el muelle
público, le avisábamos al marinero y salíamos.
-Porque hoy se siguen
viendo embarcaciones de pesca en la zona.
-Lo que pasa es que
lo que yo hablo ahora de los cambios de oficio del pescador era… En
aquella época, era muy difícil tener motor. Porque aunque tuvieras
el motor, lo primero que te decía, el que tenía el cargo -el
patrón, que en nuestro caso era mi hermano el mayor, o mi padre-
era: “armá la vela”. Era una vela latina grande. Esa vela te
salva la vida. Ahora no se usa la vela. Ahora usan motor fuera de
borda. Nosotros usábamos mores adentro de la embarcación. Eran
mucho más seguros, eran más cuidados. La higiene… No estoy
hablando contra los pescadores de ahora. Estoy diciendo lo que
éramos. Los tablones, el piso de la embarcación… Si venía el
dueño de la embarcación y veía que vos dejabas arena o escamas te
obligaban a limpiar todo de vuelta. Y ya era una costumbre. Y comer,
comíamos con la cabeza para afuera. Lo único que había eran las
redes en los varales, y se hacían dos arcos y ahí se ponían las
redes, uno paralelos al otro, y se ponían a secar. Eran redes d
algodón, que se teñían con algodón con anilina.
-¿Y por qué se teñían
con anilina?
-Porque eran de
algodón y si no se podrían.
Aparte, por ejemplo,
terminábamos de pescar y fuera del puerto, segunda o tercera boya,
estoy hablando fuera de Montevideo, girábamos para tierra y
tirábamos la red por la popa y girábamos haciendo una herradura muy
grande atrás de la embarcación y veníamos ventilandola. Entonces
llegábamos con las redes limpias. No había escamas, no había
partes de pescado, no había nada. Salvo que el tiempo estuviera muy
feo para temporal y levantaras mucho pescado, venías con el pescado
en bruto y lo desmallabas todo en la embarcación. En el puerto nos
alejábamos y ahí limpiábamos. Manteníamos la limpieza.
-¿Cuál fue el término
que usó? Desmallar…
-Desmallar, sí
desmallar el pescado. Ahora le llaman espinel, hasta cambiaron hasta
el idioma. Se desmallaba el pescado… Yo tengo un cuento “Viento
del este”, donde explico todo eso.
-Una de las actividades
también era la pesca, entonces no solo era trabajar en los
frigoríficos… La pesca era otra de las actividades importantes que
se desarrollaban en el barrio en la Villa del Cerro, y que tal vez se
va modificando, se va perdiendo. Lo del frigorífico sí se perdió.
Hoy no existen.
-En la década del
’70 se cerraron todos los frigoríficos. Por ejemplo te cuento, mi
hermano mayor, me llevaba 11 años. Él trabajó en el Hotel Nogaró,
trabajaba en la cocina del hotel. Cuando el Hotel Nogaró cerró él
con la pesca alimentó a la familia. Entonces quién iba. Yo era el
hermano más chico. Un niño, prácticamente un niño e iba con él a
pescar. Y al otro hermano le asó lo mismo. Pasábamos toda la noche
en el invierno, acá en la bahía, pescando pejerrey. Y cuando mi
hermano mayor entró en el frigorífico Castro y después cerro, la
pesca fue lo que lo salvó, y se mantenía bien.
-¿Esa actividad de
pescador se dio en otras familias, fue algo importante en algún
momento?
-Sí, sí, sí. Toda
la zona de los muelles públicos el que no tenía una embarcación
tenía un empleo vinculado al pescado. Era muy común dejar la
embarcación ahí.
-¿Y a quién vendían
el pescado?
-Y se vendía a...
había gente que venía y lo compraban. Ese era otro trabajo. Había
gente que venía, lo compraba y lo llevaba para vender. Pero a la
vez, si hoy le guardabas 50 colleras. La collera es… la corvina,
depende del tamaño, ponías dos o tres en un junco, que lo
sobábamos, y lo amarrábamos con eso. La collera era juntar dos
juncos y armarlos. Entonces, quedaban 4 corvinas grandes o 6 chicas
o 5. Eso venía un camión y lo compraba. Pero si vos un día le
vendías 50 o 60 colleras y al otro día venía el mismo tipo,
porque sabías que el pescado estaba cerca (los cardúmenes)
no quería. Tenés que vender a los amigos, a los vecinos, salir a
vender. Cuando uno es chico, estoy hablando de 8 o 9 años.
Mis hermanos venían con el pejerrey me llamaban, y yo con un carrito
y salía a caminar. En ese tiempo vivían mis padres en La Teja y
ofrecía pescado fresco a las vecinas. Iba y me compraban porque
sabían que era pescado fresco.
>>Era todo
bastante artesanal incluso la venta. Había alguien que compraba en
cierta cantidad pero incluso la venta era salir a vender casa por
casa. Una vez, viviendo acá en el Cerro, salíamos con una
embarcación del nacional del Regatas, cuando el Nacional de Regatas
estaba en el puerto. Salíamos con una barca de mi primo, y
trajimos más de mil kilo de pescado. Y pedimos permiso, y sacamos
una lona, lo pusimos ahí y la gente que salió de trabajar vio el
pescado y preguntó: “¿a cuánto la corvina?” Y dijimos: “A 10
pesos…” No me acuerdo. Y le decíamos: “llevate dos o tres…”
O si no, qué hacíamos. Tirar no podíamos, porque era comida. Lo de
artesanal era cierto. Mi padre tejía la red, hacía los plomos,
hacíamos las cuerdas, de árbol a árbol en la vereda. Hacíamos la
chalana. Era una artesanía hermosísima. Mi padre estaba tejiendo
red y madre al lado.
-Hoy esa actividad de
hacer cosas en la vereda, hoy día ¿se puede hacer?
-No creo. Lo que
para nosotros era común que dejáramos las herramientas y fuéramos
a pescar. Hoy te roban la chalan, y… no quiero hablar de eso. La
realidad ha cambiado.
-Entonces, de alguna
manera, hay ciertas circunstancias que no sólo se da en el Cerro
sino que se da en todo Montevideo, por lo cual la vida ha cambiado
bastante. El tema de la inseguridad no es una “sensación” sino
que ocurre.
-Te voy a decir algo
de lo que pasa en el Cerro. Cuando yo era un muchacho, un joven…
Estaban unos 10 muchachos conversando en la esquina, y jugaba Rampla
en un lado y Cerro en otro. Bueno empezaba el partido, unos se iban a
un lado y los otros para el otro. Después venían y se juntaban a
conversar otra vez. No había problemas. Ahora no podés ir de
repente al fútbol, porque no está la gente como antes. Yo con mis
amigos que son del Cerro, que son hinchas de Cerro y yo hincha de
Rampla, nos reunimos y hablamos, nos respetamos, conversamos y
hablamos. Pero con los muchachos jóvenes no lo podés hacer. Eso es
lo que ha cambiado ahora.
-El Cerro era un lugar
estratégico para el avistamiento de naves.
-Era para cuidar el
puerto, era una llave.
-Hoy acaso el hecho de
que la Armada esté comando ese lugar y lo que antiguamente fue el
frigorífico no está diciendo…
-La Armada tiene ahí
un dique, de toda la vida. Y ahora están haciendo las barcazas y
quieren traer los barcos de guerra para ahí. Y liberar toda esa zona
que ocupan en el puerto.